[Escrito por Paola]
Me pregunto, ¿por qué a veces me cuesta confiar en el Señor?
Si Él tiene cuidado aún de los pajaritos que caen a la tierra, ¿por qué dudo de Su cuidado y soberanía?
En Marcos 9, leemos sobre el muchacho endemoniado, ¿puedes imaginar la angustia de su padre al ver sufrir a su hijo padeciendo una enfermedad física y espiritual? ¡Buscando una cura para su hijo por todos lados!
“Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible. E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo, ayuda mi incredulidad” Marcos 9: 23-24.
Qué palabra tan impactante, y qué ejemplo de este padre para nosotras, de clamor hacia nuestro Señor Jesucristo pidiendo de la ayuda del Señor para vencer su incredulidad.
Que nuestro Dios nos bendiga con Su poder y gracia para vencer y llevar cautivo todo pensamiento de incredulidad a la obediencia a Cristo, a través de las verdades de Su Palabra y por medio de Su gracia.
Es mi oración que tú y yo podamos tener la humildad de reconocer que necesitamos la ayuda de Él, no somos autosuficientes, sin Él no podemos, y así como los apóstoles dijeron al Señor: “Auméntanos la fe” Lc. 17:5. Nosotras también podemos clamar a Él por fe.
Charles Spurgeon, en un mensaje de 1867 dijo lo siguiente:
«Si quieres aprender a creer en las promesas de Dios, lleva esas promesas a Dios, y contémplalas a la luz de Su rostro. Úsalas ante el propiciatorio como argumento, con solemne seriedad, sin titubeos, hasta que tengas una seguridad confortable que Dios será para ti lo que Él ha dicho que será. Hagamos más oración, y habrá más fe. Junto con eso, escudriñen más la Palabra.»
Que sea nuestro tesoro buscarlo a Él con todo el corazón y una delicia pasar tiempo en Su Palabra.
Quiero compartirte, y recordarme a mí, estas promesas sobre confiar en Dios.
“Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto.” Jeremías 17:7-8
“Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza”. Salmo 40:4
“Porque Jehová será tu confianza, y Él preservará tu pie de quedar preso.” Proverbios 3:26
Con amor en Cristo,
-Paola-
Siendo Honestas 